3.1. Evolución de la Liga malthusiana

El “maltusianismo” es una doctrina económica, cuya paternidad se debe a Malthus, de donde deriva su nombre. Malthus fue una excelente persona y un gran economista. Malthus formuló sus principios en un famoso libro que lleva por título “Esay in the Principle of Population”, que vio la luz pública en 1798. Su tesis se puede resumir diciendo que el crecimiento de la población humana tiende a sobrepasar las subsistencias que hay en el planeta que habitamos. Y que la población encuentra obstáculos de dos clases: positivos y negativos; por lo que la solución práctica que a él se le alcanza y propone, es que se eviten los primeros y que se adopten los segundos. Dicho claramente: que se limite todo lo posible la natalidad por el sistema de concertar los matrimonios lo más tarde posible. Su sistema es simple y puro, y responde sinceramente a su estado de conciencia y a su criterio intelectual. Este pensamiento suyo le retrata: “El que carece de recursos para mantener hijos, no debe casarse, y si es casado, debe dejar el tálamo y ver en la mujer una hermana”.
Esta conclusión infantil no satisfizo a nadie, y como el problema quedaba pavorosamente en pie, el “maltusismo” tocó a su fin y nació el “maltusianismo”.

Sus primeros discípulos, James Mill, John Stuart Mill y Francis Place, se entregan a la tarea de propagar por Inglaterra la idea de la necesidad de la limitación de los nacimientos. En 1823, un folleto atribuído a Francis Place apareció en Manchester, y causó tal terror, que se le denominó “The Diabolical Handbill” (El cartel diabólico). El tal folletito contenía sencillamente la enseñanza de las prácticas más higiénicas para limitar la natalidad, y estaba dedicado a los adultos de uno y otro sexo.
Este movimiento pasó a Norteamérica, donde en 1820 Robert Dale Owen publicó su obra “moral Phisiology”, en la que preconizaba las prácticas científicas de la “anticoncepción”. Asimismo el Dr. Knowlten describe los métodos anticoncepcionales en la obra “Fruits of Philosophy”, que bien pronto recorrió triunfalmente ambos continentes. Y ya desde ahora puede decirse que la doctrina ha prendido y que se propaga, “cual reguero de pólvora”, por todos los países. Son los principales adalides de la cruzada Richard Carlisle, los Owen, Darwin, Spencer, Huxley, los hermanos Drysdale, Ch. Bradlaug y Mrs Besant.
Y paralelamente las autoridades organizan la persecución de los maltusianos. Bien pronto se dan cuenta del alcance de las nuevas ideas que se iban filtrando en todas las capas sociales, pero muy especialmente entre el elemento intelectual. Muchos países promulgan leyes prohibitivas de la propaganda de los métodos anticoncepcionales. En 1869, el Estado de Nueva York incluye el “Birth Control” (limitación de la natalidad) en la ley contra la obscenidad, debido a los esfuerzos de Anthony Comstock y de la Sociedad para la supresión del vicio. En Inglaterra, Charles Bradlaugh y Annie Besant son perseguidos por haber repartido por el país 185.000 copias del libro “Fruits of Philosophy”, del Dr. Knowlton.
Poniendo en práctica el clásico lema: “L´unión fair la force”, se empiezan a organizar las primeras Ligas maltusianas en aquellos países en que la necesidad era más urgentemente sentida. Es así como nace en Inglaterra la primera “Malthusian League”, creada en 1877 para propagar las doctrinas del “birth control” y luchar a la vez contra las leyes prohibitivas. Su primer presidente es Charles Bradlaugh y su primer secretario Annie Besant. Un año más tarde se constituye en Holanda la “NET-Malthusiansche Bond”, con el Dr. Rutgers al frente. Y con idéntico fin se crea en Francia, por el año 1896, la “Ligue pour la regeneration humaine”, de la que fue “alma mater” el apostólico Paul Robin.
Estas organizaciones maltusianas establecen entre sí vivo intercambio ideológico y celebran conferencias y congresos, en los que el fervor de la propaganda se redobla ante el ultraje coercitivo de las disposiciones oficiales arbitrarias. Europa y América rivalizan en esfuerzos verdaderamente heroicos que al contemplarlos ahora desde la frialdad pasional del siglo XX, se va por ley tal vez de irradiación… El primer congreso internacional maltusiano se celebró en París en 1900, gracias a los esfuerzos de Paul Robin. El segundo en Lieja (1905); el tercero en La Haya (1910); el cuarto en Dresde (1911), y esta vez por invitación del Comité alemán de la Exposición Internacional de Higiene.
La primera Liga americana del “birth control” se fundó en Nueva York el año 1914, después de una activa campaña llevada a cabo por Margaret Sanger, la principal protagonista del movimiento maltusiano en su país. Pero la obra de esta mujer caía inflexiblemente dentro de la sanción que determina la sección 211 del “Federal Statute”: la policía la persigue, la detiene, la encarcela y, por fin, logra la libertad nuevamente.
Pero el movimiento maltusiano va más lejos todavía. No quiere que se limite su acción a la propaganda hablada y escrita. Va incorporando al engranaje recio de su mecanismo nuevas y más conscientes piezas: las Clínicas, donde se enseñan los métodos anticonceptivos, y es Holanda el país que marca el camino, abriendo la primera en 1878; siguen los Estados Unidos, donde en 1916, esto es, al cabo de treinta y ocho años, se abrió la segunda; por fin, la tercera en Inglaterra (1921). Y desde entonces se multiplican sin cesar.
En los años de la postguerra no ha decaído el entusiasmo de la propaganda maltusiana, sino que, con elementos periodísticos propios, mantienen en vigor sus principios y los difunden con tesón. Son sus revistas más importantes: The Malthusian, Birth Control Review, Birth Control News, Die Neue Generation y otras más. En 1921 se celebró en Ámsterdam una Conferencia internacional para el estudio de los diferentes medios anticonceptivos. Seguidamente Margaret Sanger emprende una vasta “tournée” de propaganda por el Japón, la China y las Indias, llevando por los países orientales sus doctrinas y métodos y fundando Ligas y Agrupaciones. Puede, pues, decirse que desde esta fecha el mundo entero está en posesión del ideario maltusiano.
La doctrina eugénica. Luis Huerta.

  ©Template by Dicas Blogger.