1.4. Influencias de Malthus

La escritura del Ensayo sobre el principio de la población de Malthus aparentemente surgió de una agitada discusión sostenida con su padre acerca de un artículo de William Godwin aparecido en The Enquirer sobre la avaricia y la prodigalidad, y que traía a colación el problema general de los mecanismos por los cuales la sociedad progresaba económica y moralmente. Thomas menciona en el prefacio de la obra que inevitablemente ha tenido que dar una visión triste acerca de la vida humana porque está convencido de que esos elementos de tristeza y de depresión son parte del devenir de los hombres, y no porque él tuviese una predisposición para ver la vida de una manera depresiva y melancólica. A pesar de estos elementos, el ensayo está escrito en forma interesante y brillante, e incluye varios de los temas sociales que estaban en boga en ese tiempo: las relaciones de una creciente población y su bienestar y muchas de las ideas de gobierno desprendidas de la Revolución francesa. El ensayo muestra también la sensibilidad de Malthus en lo que se refiere a aspectos tan humanos como las dificultades de una familia grande para encontrar el sustento adecuado para dar atención a sus hijos, o las tribulaciones de una madre soltera. Sin duda, Thomas vertió en el ensayo muchas de sus diarias experiencias de la vida campirana adquiridas cuando atendía el curato de Okewood. Es un libro que en su sexta edición ha sido traducido a muchos idiomas y que bien vale la pena leer, aun cuando uno pueda estar en desacuerdo con algunos puntos de vista, seguramente exagerados por muchos de sus detractores (e incluso seguidores), que no necesariamente lo han leído (o entendido) adecuadamente.
Malthus reconoció a David Hume, Robert Wallace, Adam Smith y Richard Price como los hombres que más influyeron en el desarrollo de su teoría de la población. No obstante, el título de la primera edición del Ensayo hace referencia precisa a dos personas (mister Godwin y monsieur Condorcet) a cuyas ideas la obra sugiere prestar, al menos en parte, atención especial. Godwin y Condorcet tenían un atributo en común: ambos habían escrito obras utópicas en las que se presentaban visiones idealistas de la sociedad humana, de su desarrollo económico y cultural y de sus sistemas de gobierno.
William Godwin era un prestigiado escritor y filósofo, de tendencias anarquistas y no conformistas, y un fanático calvinista. Después de vivir un tiempo con Mary Wollstonecraft y por presiones sociales, contrajo matrimonio con esta mujer reconocida por su firme lucha en favor de los derechos feministas (que Godwin compartía y defendía sin reservas) en un tiempo en que ni siquiera la educación era igual para hombres y mujeres. Godwin es además famoso por la única hija que tuvo con su esposa: Mary Godwin de Shelley, autora de un libro clásico de la literatura inglesa: Frankenstein. Malthus se refería en el título de su ensayo a Godwin por el contenido y las ideas expresadas en su obra Encuesta acerca de la justicia política.
La otra persona a la que se refiere el título del panfleto de Thomas era Marie Jean Antoine Nicolas de Caritat, marqués de Condorcet, excelente matemático, filósofo y literato de la Picardía francesa, que además fue revolucionario girondino, representante de París en la Asamblea Legislativa en el tiempo de la Revolución y autor de un sistema educativo que Francia adoptó entonces. Su posición tenazmente independiente en los asuntos de la Revolución lo marcó como una persona peligrosa para quienes estaban en el poder, y fue finalmente juzgado y condenado a muerte en ausencia por los jacobinos. Robespierre lo capturó y lo encarceló, y fue hallado muerto en su celda (quizá por propia mano) al día siguiente, el 28 de marzo de 1794. La obra por la que Thomas lo recuerda, publicada póstumamente, es Bosquejo de un cuadro histórico de los progresos del espíritu humano.

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